miércoles, 29 de abril de 2009

El bosque es un ser vivo, ven y verás.

Nos introducimos en el monte subiendo por un sendero estrecho que atraviesa arroyos y veredas, poco a poco, paso a paso, ascendemos por el bosque húmedo colombiano. Desde mayor altura se observan varias bandadas de garzas blancas que cruzan por el centro del valle y se dirigen hacia el este, hacia el fondo del valle; cuatro garzas, dos garzas, siete garzas.

En el bosque húmedo colombiano todos los árboles están llenos de musgo, les crece como si fuera pelo. Por todas partes nacen varias clases de helechos, puedo ver unos pequeños y otros gigantes, aquí veo uno que tiene las hojas, desde el suelo hasta la punta, más de cinco metros. También hay helechos colgantes que nacen en las ramas de los árboles y penden como gandules dormilones.

Aquí todo está húmedo, el suelo de tierra negra que se pisa, los troncos de todos los árboles, las ramas viejas de los árboles caídos, las hojas de las plantas, hasta el aire que se respira es completamente húmedo.

Hay plantas que tienen las hojas en forma de escudo alargado, tan grandes como yo. Me pongo una hoja con la punta en mis pies y saco la cabeza por el otro lado como si me disfrazara de hoja. Parezco un enanito del bosque que le ha crecido las piernas.

He encontrado un hongo de color rojo. Es precioso de color rojo muy encendido, como los pimientos rojos cuando ya están bien maduros. Me acerco, lo corto y le meto un bocado, sabe un poco a pimiento dulce, entre pimiento y manzana. Me lo como sin pensar en más. Al lado he visto, unas boñigas de cebú. El hongo está bien formadito y terso, - ñam hum.- Sabe un poco a champiñón, pero más afrutado y dulce. Dicen que estos honguitos tienen propiedades mágicas. Bueno, ya veremos que tal mágicos son.

Ahora estoy sentado en el suelo sobre una enorme hoja de helecho que me sirve como alfombra, aquí los helechos son gigantes, justo a mi espalda tengo un viejo árbol con el tronco lleno de musgo de pelo largo, parecen árboles barbudos. El árbol está abrazado por una enredadera de hojas en forma de escudo alargado, como la grandota de antes pero en pequeño. Delante de mí todo es follaje, ramas de helechos, de palmeras finas, de mil variedades de plantas que desconozco.

Mariposas de muchos colores, arañas y pájaros por todas partes. Ahora estoy parado delante de un árbol muy viejo, tan viejo que apenas tiene vida, parece que está medio muerto. Las ramas están recubiertas de musgo verde y blanco muy espeso y molloso, de las ramas nacen helechos y orquídeas, bellísimas orquídeas con flores que parecen lenguas que salen de una boca que se ríe. Esto no puede ser, así que sin duda estoy flipando con el hongo.

Ahora veo otra bandada de garzas blancas que vuela siguiendo el curso de riachuelo. Más abajo, junto al río, debajo de las garzas hay un puñado de buitres que parecen pavas jóvenes, pegando saltitos y picoteándose entre ellos. Mucho bicho suelto revoloteando.

Veo una especie de moscardón grande libando de una flor con forma de trompeta alargada que sale de una planta que nace en el tronco de un árbol barbudo. No, no es un moscardón, es un pajarito pequeño con el pico alargadito enchufado a la flor, es un pajarito que vuela como un moscardón y se mantiene en el aire libando de la flor ¿será un colibrí?

Tengo la sensación de que todo esto está vivo, pero no vivo a pedacitos, sino como el conjunto, como si todo el bosque fuera un sólo ser y yo estuviera recorriendo parte del animal. ¿He dicho animal? Pues sí, eso es, es como si estuviera en un animal, enorme, vivo, palpitante, increíble. El tronco que me parecía medio muerto, ahora que lo toco y lo miro bien, está infectado de vida, es pura vida concentrada, esto está lleno de vida por todas partes. ¡¡¡¡Aaahhaaaa¡¡¡¡ -Todo esto está vivo¡¡¡¡.

Me siento un animal medio artificial. Si me quito los zapatos, me desnudo y me quedo un par de horas por aquí suelto, pillo una pulmonía que me muero, y luego se me comen los bichos y en menos de un mes no queda de mí ni las raspas. Vaya mierda de animal que soy. Me pregunto yo ¿que hace un tipo como yo en un lugar así ? La verdad es que me llevo a cada sitio...........
-A ver que me oriente, estoy en el bosque húmedo de Colombia, veo, veo ¿que ves ? ¡ostri ! veo al fondo del valle tres picos nevados. Será el Nevado de Ruiz ? Miro el suelo y veo tréboles de tres hojas pero muy picudos, como las orejas de Spok, el marciano de la serie de TV de los 60. Estoy flipando.

He llegado a un punto desde donde no puedo pasar, delante de mí hay una especie de barranco pequeño por donde circula un riachuelo, el resto se ve puro bosque intransitable. El suelo está húmedo, pero no embarrado. Como calzado, llevo los mismos zapatos kiovas de todos los días, oséa, estoy en el bosque con zapatitos de salón.

La temperatura es fresca y muy húmeda, pero sin llegar a ser fría del todo. Noto un exceso de humedad, caen gotitas, está empezando a llover, quizás sea mejor que empiece a regresar, aquí cada uno se ha ido por un lado......me da pereza moverme, aquí se está muy bien, me siento como un enano de esos que viven dentro de las setas....el hongo....¡vaya hongo mágico !. Lo que si que percibo es una extraordinaria gama de verdes, aquí todo es verde, desde un verde que es casi pardo que se va degradando hacia verdes intensos; verdes esmeraldas, verdes crisoprasa, verdes puerro, verdes amarillentos, verdes azulados y el fondo del suelo negro.....por arriba las nubes que se pegan en lo alto de los árboles y sueltan gotitas. Gotitas y más gotitas que me están mojando el cuaderno. -Menos mal que luego lo escribo con el ordenador, por que al caer las gotas sobre el papel parece que se les corre el rimel a las palabras.

Hay una variedad enorme de pájaros y aves más grandes; loros grises, tucanes de pico enorme, una especie de palomas, varias clases de colibríes, gallinazos -que son una especie de buitres que parecen pavas- he visto un montón de garzas y cuatro águilas revoloteando por encima del prado. Todo el rato estoy oyendo sonidos de aves y otros bichos; chip, chip, chip, otras aves richisi, richisi, richisi,... acacuá, acacuá, acacuá.. chirilan, chirilan chirilan.....y el ric, ric, ric, de otros bichitos que, con el chip,chip, chip de las gotitas de agua que caen constantemente forman una orquesta sin igual.

-¡Tito. Tito !....la voz de Luz María que llama....A la llamada también acude una especie de caballo de color canela con cresta y crines negros que estaba pastando al lado del bosque -¡!!Por favor que susto¡¡¡¡ , Tengo al caballo peludo a dos metros de mi, ¿le digo algo ? ¡He¡¡ burrito! ...me mira y le digo; -Bueno, pues mucho gusto.

Mientras bajamos Luz Maria me dice que este bosque tiene más de trescientos años sin explotarse, aquí hay palmas de cera de todos los tamaños, desde pequeñas de unos palmos hasta de más de cincuenta metros de altura, hay unos árboles bellísimos de hojas grandes y plateadas que se llaman yarumas, cedros negros, cedros rosados de grandes troncos, guayacanes de madera dura y negra, pinos colombianos, araucarias, borracheros y un montón de especies. También hay robles enormes, que según dice Luz, eran los árboles sagrados de los antiguos habitantes de ese lugar. -Me contaba Norberto que los conquistadores tuvieron que cortar estos grandes árboles para acabar con el culto animista de los antiguos habitantes del lugar.

En la bajada Luz Maria se ha parado ante un enorme roble que tiene una agujero en la base y me ha dicho que era la puerta de una de las casas de los duendes del lugar. Pocos metros más abajo, he visto salir desde la espesura a un pequeño ser de no más de dos palmos de altura que se ha enredado entre las piernas de Luz y la ha hecho caer por los suelos arrastrando el culo por la tierra. La carcajada a espantado a un grupo de tucanes de gran pico amarillo.

Ahora bajan las garzas blancas cruzando el valle de nuevo en dirección oeste, vienen del nevado y se dirigen a zonas más cálidas. Me parece que yo también me voy a ir a otra zona más cálida, pues tengo los zapatos y los pantalones empapados ....y sigue el chipp, chipp, de las gotas de lluvia que no paran de caer.......

TM Reserva de Salento. Pereira Colombia

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